La planeación es parte esencial en casi todos los aspectos de nuestras vidas, planeamos nuestra rutina diaria, nuestras actividades semanales, planeamos viajes, metas a corto y largo plazo y el camino que debemos recorrer para cumplir nuestros objetivos. No planear es no saber cómo se van a hacer las cosas, y aunque es posible que en el ámbito personal la improvisación y el método de ensayo y error puedan rendir frutos, en el aspecto profesional es mejor no dejarle nada al azar; es por esto que la planeación estratégica es quizás la herramienta administrativa más importante y de la que depende el crecimiento, el aumento de la productividad y el éxito de cualquier empresa.
Planear es anticipar el futuro y las situaciones que puedan llegar a afectar a la empresa positiva o negativamente, es predecir los riesgos, los beneficios, las oportunidades y los cambios en el entorno y en el mercado teniendo en cuenta las fortalezas y debilidades de la compañía con el objetivo de fijar un plan para actuar de acuerdo a lo que se ha previsto, sacar el máximo provecho de todas las situaciones y recuperarse rápidamente de las dificultades que se presenten.
La base de toda planeación estratégica consiste en: un resumen ejecutivo, misión y visión, las industrias y mercados atendidos, los perfiles de los clientes y el target group, una descripción detallada de los productos y servicios, información de la competencia, la estructura de la organización, una estrategia bien definida de mercadotecnia y las declaraciones financieras más importantes. Es preguntarse ¿Qué hacer?, ¿Cómo hacerlo?, ¿Dónde hacerlo?, ¿Quién lo va a hacer? y ¿Cuándo hacerlo?
Un alto porcentaje de las empresas utiliza sus planes estratégicos para evaluar el progreso de manera mensual o trimestral y los usa como una herramienta de medición, evaluación y retroalimentación para mantenerse actualizadas con las necesidades internas y externas, haciendo énfasis en los aspectos que están dando resultados positivos y cambiar, mejorar o eliminar los procesos que no aporten al desarrollo y a la evolución empresarial.
Tener un plan estratégico bien definido le proporciona a la empresa un sentido y una razón de ser, genera ahorros de tiempo, dinero y recursos, y orienta todos los procesos y departamentos hacia objetivos comunes que aumentarán la productividad y le harán destacarse de la competencia. Cuente con ASENEG, cuando realice la planeación estratégica de su empresa, apoyamos sus procesos de gestión de talento humano. No importa el tamaño de la empresa ni el sector al cual pertenece, realizar la planeación estratégica y actualizarla constantemente es la clave para lograr el éxito de cualquier negocio.
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